¿Cuál es el propósito del video inspección de tuberías de drenaje?

06.03.2025

A menudo recibimos llamadas o correos electrónicos de empresas y personas que solicitan el servicio de videoinspección para alguna sección del drenaje en su vecindario o dentro de los terrenos donde se encuentran sus domicilios o industrias. El objetivo principal es evaluar las condiciones de las tuberías de drenaje y encontrar soluciones a problemas existentes.

En muchas ocasiones, estas solicitudes provienen de situaciones de desesperación, donde los solicitantes no comprenden completamente las razones y implicaciones de realizar una inspección por video en el sistema de drenaje. Se puede pensar erróneamente que, una vez identificado el problema, este se resolverá de manera rápida y sencilla. Sin embargo, el proceso de videoinspección es una técnica de diagnóstico diseñada para obtener un examen detallado del estado de las tuberías. Las tuberías, con el tiempo, suelen sufrir cambios estructurales debido a factores naturales y del entorno, tales como asentamientos diferenciales, acumulación de sedimentos, corrosión interna por vertido de sustancias químicas no aptas, obstrucción por objetos extraños, o problemas más graves como fugas, incursión de raíces de árboles o maleza, ruptura de juntas y fallas estructurales por fracturas, entre otros.

Es importante aclarar que la videoinspección en sí misma no resuelve el problema. Esta herramienta es solo un diagnóstico visual que permite obtener una imagen precisa del estado de las tuberías, comparable a un examen laparoscópico en el sistema digestivo de un ser humano. Para corregir el problema, se requieren exámenes adicionales y un plan de acción.

La buena noticia es que existen soluciones tanto destructivas como no destructivas. Las soluciones destructivas implican la demolición de la infraestructura existente donde se encuentran las tuberías, con el objetivo de reemplazarlas por nuevas. Este proceso, aunque efectivo, puede ser costoso y complicado, incluso cuando el problema específico ya ha sido identificado.

Por otro lado, las soluciones no destructivas permiten reparar los problemas en las tuberías sin necesidad de excavaciones extensivas. A través de la inserción de una nueva tubería dentro de la existente, se evita el trabajo pesado asociado con la excavación, la creación de juntas frías y otros inconvenientes típicos de los métodos convencionales de reparación. Este enfoque ofrece una opción más rápida y menos invasiva para rehabilitar las tuberías.

En el mercado existen diversas soluciones no destructivas, siendo algunas de las más destacadas MaxiLiner y PermaLiner, entre otras.

¿Qué se requiere para realizar un video inspección?

Por lo general, es recomendable que las líneas de drenaje estén completamente desazolvadas, es decir, libres de cualquier obstrucción o acumulación de lodos que puedan dificultar la obtención de imágenes claras y precisas del estado real de las tuberías. Esto también facilita la identificación de líquidos que puedan estar siendo vertidos en las mismas. El desazolve previo es esencial y constituye una condición necesaria para obtener un diagnóstico eficiente y efectivo.

En muchos casos, si las líneas de drenaje no están desazolvadas, existe el riesgo de que las cámaras de videoinspección se obstruyan, lo que generalmente lleva a resultados inútiles y a un trabajo que no aporta información útil. Además, es crucial identificar la presencia de hidrocarburos o gases inflamables en las tuberías, ya que esto podría generar riesgos de explosión, especialmente en áreas con alta concentración de metano.

Es importante destacar que no todas las cámaras de video inspección están diseñadas para operar bajo estas condiciones. Por lo tanto, antes de realizar cualquier trabajo, asegúrese de que su equipo sea capaz de inspeccionar en ambientes con presencia de metano o líquidos inflamables. Si tiene dudas, no dude en ponerse en contacto con nosotros para asesorarlo en la selección del equipo adecuado.

En Soneli, ofrecemos una amplia gama de sistemas de video inspección, que incluyen cámaras manuales de empuje con alcances de 60 a 120 metros, así como sistemas completamente robotizados.